El cáncer es una de las principales causas de morbimortalidad a nivel mundial, con aproximadamente 14 millones de nuevos casos en 2012 (1). En España, se diagnosticaron 247.771 nuevos casos en 2015 y se estima que esta cifra incremente a 315.413 nuevos casos para el año 2035 (2).
El término cáncer identifica y agrupa a un conjunto de enfermedades, en las que células anormales se dividen sin control y pueden invadir otros tejidos, diseminándose a través del sistema sanguíneo y/o sistema linfático (3).
Existe una relación bidireccional entre el estado nutricional, los hábitos alimentarios y el cáncer. Un ejemplo de esta relación puede verse en el sobrepeso y/o obesidad, responsables del 20 % de los cánceres (4). Por otro lado, la malnutrición representa una complicación frecuente en el paciente oncológico, afectando a entre un 34 – 73 % de los pacientes en España (5–7). Un mal estado nutricional se asocia con un peor pronóstico y mayor morbimortalidad (8). Además, la desnutrición en el paciente oncológico se relaciona también con un mayor coste sanitario (7).
Por todo ello, resulta fundamental establecer el soporte nutricional adecuado que cubra las necesidades específicas de los pacientes oncológicos para mejorar así el pronóstico y reducir las consecuencias del deterioro nutricional asociado a cáncer. En este ámbito, la European Society for Clinical Nutrition and Metabolism (ESPEN), ha publicado recientemente guías basadas en la evidencia para el abordaje nutricional de los pacientes con cáncer (8,9); destacando los siguientes puntos clave para mejorar el cuidado de los pacientes con cáncer:
Persan Farma ofrece fórmulas de nutrición enteral adaptadas a las necesidades nutricionales de los pacientes oncológicos, con la finalidad de mantener o mejorar el estado nutricional, evitar las complicaciones asociadas a la desnutrición y mejorar así tanto el pronóstico como la calidad de vida de los pacientes.
Bibliografía
Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). Las cifras del cáncer en España en 2018. Soc Española Oncol Médica. 2018;7,8.
Puente J, De Velasco G [Internet]. ¿Qué es el cáncer y cómo se desarrolla?, 2017 March 06 [cited 2018 Mar 20]. Available from: https://www.seom.org/es/informacion-sobre-el-cancer/que-es-el-cancer-y-como-se-desarrolla
cancerprogressreport.org [Internet]. Phliadelphia: American for Cancer Research, ©2017 [cited 2018 Mar 20]. Available from: http://www.cancerprogressreport.org/
Segura A, Pardo J, Jara C, Zugazabeitia L, Carulla J, de las Peñas R, et al. An epidemiological evaluation of the prevalence of malnutrition in Spanish patients with locally advanced or metastatic cancer. Clin Nutr. 2005;24(5):801–14.
Fernández López MT, Saenz Fernández CA, de Sás Prada MT, Alonso Urrutia S, Bardasco Alonso ML, Alves Pérez MT, et al. Desnutrición en pacientes con cáncer; una experiencia de cuatro años. Nutr Hosp. 2013;28(2):372–81.
Planas M, Álvarez-Hernández J, León-Sanz M, Celaya-Pérez S, Araujo K, García de Lorenzo A. Prevalence of hospital malnutrition in cancer patients: a sub-analysis of the PREDyCES®study. Support Care Cancer. 2016;24(1):429–35.
Arends J, Bachmann P, Baracos V, Barthelemy N, Bertz H, Bozzetti F, et al. ESPEN guidelines on nutrition in cancer patients. Clin Nutr. 2017 Feb;36(1):11–48.
Arends J, Baracos V, Bertz H, Bozzetti F, Calder PC, Deutz NEP, et al. ESPEN expert group recommendations for action against cancer-related malnutrition. Clin Nutr. 2017;36(5):1187–96.
En los últimos años se han hecho avances tanto en las técnicas anestésicas como en la cirugía, empleando técnicas mínimamente invasivas. Además, también es destacable la introducción de los programas de rehabilitación multimodal (PRM), dirigidos a los pacientes que van a ser sometidos a un procedimiento quirúrgico, con la intención de reconocer las necesidades individuales del paciente, disminuir el estrés secundario a la intervención quirúrgica, reducir la aparición de complicaciones y optimizar así el cuidado perioperatorio; disminuyendo también la estancia hospitalaria y los costes sanitarios (1–3).
Los pacientes quirúrgicos tienen tendencia a presentar alteraciones en el estado nutricional como consecuencia de la patología de base que motiva el ingreso, el periodo de ayuno condicionado por el proceso quirúrgico y las complicaciones postoperatorias (4). El estudio PREDyCES determinó que la prevalencia de desnutrición en los servicios quirúrgicos españoles en el momento de la admisión estaba en torno al 17 % y se incrementaba ligeramente, hasta un 19,1 %, al alta (5). En este ámbito, la desnutrición preoperatoria está relacionada con peores resultados perioperatorios, aumentando la morbimortalidad y la estancia hospitalaria (6).
Por todo ello, resulta determinante establecer un correcto abordaje nutricional de forma temprana, ya en el preoperatorio, incluyendo el cribado y valoración del estado nutricional para una adecuada identificación de los pacientes en riesgo o ya desnutridos. El soporte nutricional en el preoperatorio tiene por objetivo mantener o mejorar el estado nutricional antes de la intervención quirúrgica y de este modo, disminuir las complicaciones postoperatorias y la estancia hospitalaria. La evidencia científica disponible sostiene que el soporte nutricional preoperatorio, mejora de forma significativa los resultados clínicos postoperatorios en pacientes con desnutrición grave, especialmente si se administra durante 7 – 10 días. Además, en el marco de los PRM, también se recomienda evitar el ayuno nocturno, proporcionando bebidas que contengan hidratos de carbono. En el postoperatorio, los PRM recogen la reintroducción precoz de la alimentación oral. En aquellos caso en los que con la ingesta oral no se cubre el 60 % de los requerimientos nutricionales en los primeros días durante el postoperatorio, se debe valorar el uso de suplementos nutricionales, siendo de elección las fórmulas hipercalóricas e hiperporteicas. La nutrición artificial también estará indicada en pacientes quirúrgicos que vayan a estar en ayuno durante un periodo superior a 7 días (o más de 5 días si presentan desnutrición) o, si surgen complicaciones postoperatorias que limiten la capacidad del paciente para la alimentación oral (7).
Persan Farma ofrece fórmulas de nutrición enteral adaptadas a las necesidades nutricionales de los pacientes quirúrgicos, con la finalidad de mantener o mejorar el estado nutricional y prevenir así las complicaciones de la cirugía asociadas a desnutrición.
Bibliografía
La población anciana es muy vulnerable desde el punto de vista nutricional. Según Ruiz López et al. la prevalencia de la desnutrición calórica-proteica afecta alrededor de un 3-5% de los adultos mayores que viven en su domicilio, y aproximadamente a un 40-60% en ancianos que viven en residencias o que se encuentran hospitalizados (1).
Se debe hacer mención especial a las personas de edad avanzada que están en una situación de dependencia como es el anciano geriátrico y el anciano frágil, ya que pueden presentar problemas de desarrollar síndromes geriátricos. Estos síndromes son: la inmovilidad, la inestabilidad, la incontinencia, el deterioro intelectual, las infecciones, la desnutrición, la yatrogenia, las alteraciones de la vista y el oído, etc.
En resumen, son conjuntos de síntomas y signos de múltiples causas que producen discapacidad e interfieren de forma negativa en la vida del anciano (2).
Existen gran cantidad de factores que interfieren en el estado nutricional en la vejez como son la longevidad, el deterioro físico y cognitivo, la fragilidad, el exceso de fármacos para tratar las diferentes patologías, el estreñimiento, la disfagia, la inapetencia por la comida, la falta de piezas dentales (1) y el desarrollo de síndromes geriátricos.
Tal y como señala el Grupo de Nutrición de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología, las consecuencias de la desnutrición en el anciano son muy graves ya que se produce una disminución de la calidad de vida, afecta al sistema inmunitario, aumenta el riesgo de presentar úlceras por presión, aumenta la estancia hospitalaria, traduciéndose en un aumento de la morbi-mortalidad, y todo esto se traduce en un aumento en los costes sanitarios (3).
Basándonos en la evidencia científica, las guías ESPEN (European Society for Clinical Nutrition and Metabolism) sobre nutrición enteral en geriatría, “con un grado de recomendación A, recomiendan utilizar suplementos de nutrición oral en pacientes desnutridos o en riesgo de desnutrición para incrementar la ingesta de energía, proteínas y micronutrientes, mantener o mejorar el estado nutricional, y mejorar la supervivencia” (4).
En Persan Farma apostamos por ofrecer una gama de productos que cubran los requerimientos nutricionales en este tipo de pacientes, con el fin de evitar las consecuencias de la desnutrición y mejorar su calidad de vida.
Bibliografía
Las enfermedades neurológicas constituyen un grupo heterogéneo de patologías que afectan al sistema nervioso central (SNC) y al sistema nervioso periférico (SNP). Entre ellas se encuentran: la esclerosis múltiple, la enfermedad de Parkinson, la enfermedad de Alzheimer y otras demencias, y las enfermedades cerebrovasculares como los accidentes cerebrovasculares (1).
Existe una estrecha relación entre los trastornos neurológicos y la nutrición. Los pacientes que presentan enfermedades neurológicas, tanto agudas como crónicas, presentan un elevado riesgo nutricional, como consecuencia de diversos factores, estos pueden ser: la disminución de la ingesta, el deterioro cognitivo, la apraxia, la disfagia, las variaciones en el gasto energético y las alteraciones gastrointestinales (náuseas, vómitos, estreñimiento) debido a los efectos secundarios del propio tratamiento farmacológico de la enfermedad (2).
La desnutrición complica la evolución de estos pacientes, incrementa la atrofia muscular (afectando a nivel respiratorio y a la disfagia), altera la función inmunitaria, aumenta el riesgo de discapacidad, incrementa la posibilidad de desarrollar úlceras por presión y sufrir fracturas(3). En definitiva, aumenta el riesgo de morbi-mortalidad y empeora significativamente la calidad de vida del paciente.
Por todo ello, deben formar parte del proceso diagnóstico y terapéutico de estas enfermedades, la correcta valoración del estado nutricional en el paciente neurológico, y facilitar un adecuado soporte nutricional (4). Si nos basamos en la evidencia científica disponible, las guías ESPEN recomiendan con grado de evidencia alto el uso de suplementos nutricionales para mejorar el estado nutricional en pacientes con demencia (5).
En Persan Farma apostamos por ofrecer una gama de productos que cubran los requerimientos nutricionales en este tipo de pacientes, con el fin de evitar las consecuencias de la desnutrición y mejorar la calidad de vida de los pacientes.
Bibliografía
La diabetes mellitus representa a día de hoy uno de los principales problemas de salud a nivel mundial. En España, el estudio Di@bet.es puso de manifiesto que la prevalencia de diabetes mellitus en mayores de 18 años se sitúa en torno al 13,8 % (IC 95 %, 12,8 – 14,7 %) (1).
La diabetes mellitus es un trastorno endocrino-metabólico crónico, en el que se produce una alteración del metabolismo; especialmente de hidratos de carbono, aunque también hay afectación del metabolismo proteico y lipídico. Se debe a un déficit en la secreción y/o actividad de la insulina y, como consecuencia, se produce una hiperglucemia persistente que a largo plazo se asocia con la aparición de complicaciones vasculares, las cuales determinan la elevada morbimortalidad de esta enfermedad. Además, pacientes en situación de estrés metabólico que presenten alteración metabólica, pueden desarrollar un cuadro similar a la diabetes mellitus, que se conoce como hiperglucemia de estrés (2).
Hay una estrecha relación entre el estado nutricional y la diabetes mellitus. Así, el sobrepeso u obesidad son factores de riesgo para el desarrollo de diabetes mellitus tipo 2 (3). Además, por otro lado, los resultados del sub-análisis del estudio PREDyCES en paciente diabético revelaron que el 29,3 % de los pacientes estaban desnutridos en el momento del alta hospitalaria y, en comparación con los normonutridos, presentaron mayor estancia hospitalaria (12,3 ± 8,3 vs 8,4 ± 5,5 días; p < 0,001) y un mayor coste sanitario (8911,3 ± 6755 vs 5965,1 ± 4654 €; p = 0,001) (4). En este sentido, queda manifiesto que la alimentación juega un papel clave en el manejo de la enfermedad, junto con el tratamiento farmacológico y la promoción de hábitos saludables de vida.
La intervención nutricional en los pacientes con diabetes mellitus tiene por objetivos (2):
Persan Farma ofrece fórmulas de nutrición enteral específicas para cubrir los requerimientos nutricionales de los pacientes diabéticos, con la finalidad de mantener y mejorar el estado nutricional, evitar las complicaciones asociadas a la desnutrición y, mejorar la calidad de vida.
Bibliografía
La enfermedad renal, conocida también como nefropatía, puede aparecer de forma abrupta y ser reversible, como es el caso de la enfermedad renal aguda o, de forma progresiva e irreversible, como en la enfermedad renal crónica. En ambos casos, se produce una disminución de la capacidad del riñón para llevar a cabo sus funciones principales (1).
En el paciente con enfermedad renal son diversos los factores que contribuyen al deterioro del estado nutricional, entre los que se encuentran: (i) una ingesta escasa o anorexia, (ii) las enfermedades intercurrentes y (iii) las pérdidas de nutrientes en diálisis. Teniendo presente que el término “enfermedad renal” engloba a una variedad de situaciones clínicas, el establecimiento de recomendaciones nutricionales comunes es todo un reto. Además, estos pacientes presentan limitaciones en términos del aporte de macro y micronutrientes y el volumen que pueden ingerir (2).
Por todo ello, la intervención nutricional en el paciente renal se individualizará, atendiendo a la etiología, estadio de la enfermedad y terapia a la que está sometido.
Persan Farma ofrece fórmulas de nutrición enteral adaptadas a las necesidades nutricionales de los pacientes con patología renal, con la finalidad de mantener o mejorar el estado nutricional, prevenir las complicaciones asociadas a desnutrición y, mejorar su calidad de vida.
Bibliografía
Las enfermedades respiratorias son aquellas que afectan a las vías respiratorias y otras estructuras del pulmón. Entre las más frecuentes se encuentran el asma, las alergias respiratorias, la hipertensión pulmonar, las enfermedades pulmonares de origen laboral, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y la fibrosis quística (1).
La EPOC es un trastorno en el que se produce obstrucción del flujo aéreo a los pulmones. Esto puede deberse al estrechamiento de las vías respiratorias, en el caso de la bronquitis crónica, o a la pérdida del tejido elástico y destrucción de las paredes alveolares en el enfisema. Como consecuencia se produce la limitación de la entrada de aire junto con el atrapamiento del aire no expulsado dando lugar a una respuesta inflamatoria anormal (2).
La fibrosis quística es una enfermedad genética hereditaria, que se caracteriza por una acumulación de moco que obstruye diferentes órganos, especialmente a nivel de pulmones y páncreas (3).
Los pulmones tienen un papel clave en las funciones digestivas, metabólicas y endocrinas del organismo, ya que son un órgano de eliminación mediante la excreción de agua y CO2. Por tanto, cualquier afectación del aparato respiratorio, ya sea de carácter aguda o crónica, puede tener un impacto en el estado nutricional del paciente (4). La desnutrición asociada a patología pulmonar en un estadio avanzado se ha denominado Síndrome de caquexia pulmonar y se caracteriza por la pérdida de masa libre de grasa (5). Este síndrome se asocia con el declive acelerado del estado funcional y puede afectar a cualquier paciente con patología pulmonar, como es el caso de los pacientes con EPOC y fibrosis quística (5–7).
Por todo ello, es necesario realizar la valoración nutricional de los pacientes con enfermedad respiratoria y así identificar a los que tienen mayor riesgo nutricional o están ya desnutridos y establecer la estrategia nutricional adecuada a la situación clínica del paciente.
Persan Farma ofrece fórmulas de nutrición enteral adaptadas a las necesidades nutricionales de los pacientes con patología respiratoria, con la finalidad de mantener o mejorar el estado nutricional, prevenir las complicaciones asociadas a desnutrición y, mejorar su calidad de vida.
Bibliografía
La disfagia es un síntoma caracterizado por la dificultad o incapacidad de deglutir sustancias líquidas y/o sólidas desde la cavidad bucal hasta el estómago. Cabe destacar, que es un síndrome geriátrico de gran repercusión en la vida de quienes lo padecen (1).
Existen múltiples causas que originan la disfagia como por ejemplo, la presencia de tumores, lesiones, enfermedades neurológicas, y tratamientos quirúrgicos u oncológicos. Dependiendo del tipo de disfagia que presente el paciente, tendrá distintos efectos clínicos y un abordaje terapéutico determinado, dado que la disfagia puede ser permanente o temporal (2).
Existen múltiples clasificaciones de la disfagia en función de:
La disfagia orofaríngea es la más prevalente en la población anciana (más del 60% de los ancianos institucionalizados), en personas que padecen enfermedades neurológicas (más del 30% de los pacientes que han sufrido un ACV presentan disfagia en fases agudas), y en personas que padecen enfermedades neurodegenerativas (en enfermedad de Parkinson en torno al 35-45%, el 100% de los pacientes con esclerosis lateral amiotrófica bulbar, y el 84% de los pacientes con enfermedad de Alzheimer)(3).
Las consecuencias más graves de la disfagia se deben a las alteraciones en la eficacia y seguridad de la deglución:
Por todo lo expuesto anteriormente, es muy importante realizar un diagnóstico precoz e instaurar un tratamiento adecuado según el grado de disfagia, con el objetivo de prevenir y revertir la situación. Basándonos en la evidencia científica, la ESPEN (European Society for Clinical Nutrition and Metabolism), con un grado de recomendación A, “indica el uso de nutrición enteral en pacientes geriátricos con disfagia neurológica severa para asegurar el suministro de energía y nutrientes, y de esta manera, mantener o mejorar el estado nutricional” (5).
En Persan Farma apostamos por ofrecer una gama de productos que cubran los requerimientos nutricionales en este tipo de pacientes, con el fin de evitar las consecuencias de la desnutrición y mejorar su calidad de vida.
Bibliografía
Cuidados paliativos
Los pacientes en situación de cuidados paliativos son un grupo heterogéneo de situaciones clínicas que derivan, en su mayoría, de procesos oncológicos avanzados y de otras patologías crónicas, las cuales cursan con una marcada prevalencia de desnutrición debido a la presencia del síndrome de anorexia-caquexia. Este síndrome multifactorial conlleva a una pérdida de peso, una pérdida de masa muscular y una depresión del sistema inmune (1-3).
La desnutrición en estos pacientes se produce por una importante reducción de la ingesta, por una alteración del metabolismo y/o absorción de los nutrientes y por un aumento de los requerimientos nutricionales que los pacientes no logran alcanzar (1). Además, existe un mayor riesgo nutricional según avanza la situación de cuidados paliativos. Las consecuencias de la desnutrición están directamente relacionadas con la duración de esa ingesta inadecuada y del impacto de la propia enfermedad crónica de base, lo que conlleva a un aumento de las complicaciones y un mayor número de ingresos hospitalarios, así como una reducción de la capacidad funcional (4,5).
La prevención y abordaje de la desnutrición en los pacientes en cuidados paliativos depende de una identificación precoz para así corregir las deficiencias nutricionales con el fin de preservar un buen estado nutricional y mejorar la calidad de vida (6), ya que la desnutrición es un predictor independiente de mortalidad en los pacientes en cuidados paliativos con procesos oncológicos avanzados (7).
Por todo ello, es fundamental realizar una valoración nutricional para determinar un adecuado abordaje nutricional que cubra las necesidades de los pacientes en cuidados paliativos, para así reducir las complicaciones que derivan directamente del estado de desnutrición (2-3). Dicha intervención tiene como objetivo aumentar la ingesta, mantener y/o recuperar el estado nutricional y la capacidad funcional del paciente, así como mejorar su calidad de vida (2,5,6). Para llevarla a cabo, estaría recomendado el uso de suplementos nutricionales orales o, en los casos que se requiera, nutrición enteral por sonda (8,9).
Persan Farma ofrece fórmulas tanto para suplementación oral como para nutrición enteral por sonda adaptadas a las necesidades nutricionales de los pacientes en situación de cuidados paliativos, con el objetivo de mantener o mejorar el estado nutricional, la funcionalidad del paciente y su calidad de vida.
Bibliografía